VELA AMARILLA


Vela Amarilla


El amarillo es el color primitivo de las velas, cuando se extraía la cera del panal y era utilizada directamente en su fabricación, sin ningún otro procedimiento intermedio. Se puede decir que es la vela en estado puro.
Este color se relaciona con los aspectos materiales del ser humano, con los intercambios comerciales, la lógica, el orden y el razonamiento.

El amarillo tiene también su particular influencia en el ego de las personas, en su personalidad, favorece tanto al hombre como a la mujer y en cuanto a la salud incide más en el sistema nervioso.


La vela amarilla es la vela de la comunicación, representa a la vez la cotidianidad y la dispersión, es un instrumento adecuado para ayudarse en la búsqueda de la iluminación espiritual y para contener el egoísmo de las personas.

Estas son sus doce características principales:

Color: retrotrae al individuo a los años de la infancia, pues es uno de los colores básicos. Puede utilizarse en todo su espectro, desde el amarillo más suave hasta el más chillón. Invita al entretenimiento y a la diversión.

Día: el día de su utilización preferente es el miércoles, debido a que es el día en que el rito tendrá más posibilidades de alcanzar su objetivo, puesto que es conocido por su capacidad de ejercer una influencia positiva en las transacciones comerciales.

Flor: la rosa amarilla es la que mejor combina con la vela amarilla. Es muy resistente a los cambios climatológicos e incide en los aspectos intelectuales de la persona dotándola de mayor capacidad de comprensión e inteligencia. También es compatible la amapola amarilla.

Hora: no es en este caso un factor determinante, puesto que se puede decir que su utilización es válida en cualquier momento del día. Sin embargo, puede ser más favorecedor encenderla a partir del mediodía, cuando el Sol está en su punto más elevado.

Metal: la vela amarilla representa la dispersión y el metal que mejor incide en este aspecto es el mercurio, debido a su estado liquido a temperaturas normales.

Número: el número que mejor simboliza lo cotidiano y lo material es el cuatro.

Perfume e incienso: antes de iniciar el ritual conviene ungirse las manos con perfume de sándalo, que es el mismo incienso que debe quemar durante la invocación.

Piedra: la ágata es la piedra que le corresponde a la vela amarilla, la que expresa la energía y dará fuerzas a la persona para realizar aquellas acciones que le lleven a alcanzar la plenitud espiritual.

Planeta: Mercurio, uno de los planetas más cercanos al Sol es el más relacionado con la vela amarilla. Los antiguos alquimistas lo relacionaban con el elixir de la vida. Es el planeta del conocimiento y del pensamiento humano, 
receptor y transmisor de ideas: comunicador.

Planta: el espliego y la valeriana son las plantas más apropiadas por su poder desintoxicador y sedante. Ayudan a la persona en su capacidad de concentración en el objetivo propuesto.

Salud: la vela amarilla actúa de forma positiva sobre el sistema nervioso y el aparato respiratorio, ayuda a desarrollar las capacidades intelectuales y a establecer con facilidad relaciones sociales.

Signo astrológico: los nacidos bajo el signo de Virgo y Géminis son los protegidos por la vela amarilla. El primero es el más disperso y representa el orden y la virtud. Géminis es el luchador altruista.

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